Al Padre de la Patria con amor

Hoy 17 de Agosto día del fallecimiento, de nuestro Padre de la Patria, el General Don José de San Martín.
Que murió en Boulogne-sur- Mer-Francia, después de una expatriación de veinticinco años y a los setenta y dos de su trabajada vida.
Hago mi conmemoración a quien sin mezquindades ayudo a completar la Independencia de nuestra Patria, y la Independencia de Chile y Perú, además de forjar la de Ecuador.
Don José de San Martín se hizo grande entre los grandes y ganó uno de los capítulos mas grandes de la historia, no por el filo de su espada sino por el mayor heroísmo que pueden tener los hombres y mujeres comunes; triunfar por sobre las propias ambiciones y mezquindades, por el florecimiento de la Patria.
Lamentablemente muchos solo ven o quieren ver en el Padre de la Patria su figura de estratega desde los grandes logros militares.
Mientras voy escribiendo recuerdo la canción de Nito Nebia que dice algo así: “Si la historia la escriben los que ganan eso quiere decir que hay otra historia” ¡¡¡Cuanta verdad!!! Para nosotros que crecimos con el Billiken y el Alumno Bonaerense, que copiaron la historia que contaba Bartolomé Mitre y aún lo sigue haciendo el diario “La Nación”. La historia que nos contaron solo tenía como propósito negar el San Martín humano. Era más conveniente hablar de El Gran San Martín que cruzo los Andes y basta.
Porque si se empezaba a escarbar saltaba la liebre y era y aún sigue siendo, mientras no se cambien los libros de Historia, peligroso decirle a los chicos que San Martín era enemigo de Rivadavia; que además debo reconocerle a mi Ricardo, con el cual nos embaucamos en discusiones “de Padre y Señor Nuestro” cuando hablamos de Historia y tocamos el tema Juan Manuel de Rosas, con el cual San Martín se escribía y al cual le obsequio el Sable Corvo de Los Andes, por su lucha contra el bloqueo anglo-sajón (la verdad entre nosotros y sin que se entere Ricardo ¡¡¡Rosas se paso con esto y con la Vuelta de Obligado, fue un genio!!!)
Además como nos iban a contar que San Martín conspiró para derrocar el gobierno del Primer Triunvirato porque no había consultado la voluntad del pueblo. Que distinta hubiera sido la cosa.
A Bartolomé Mitre no le convenía un San Martín así porque, estaría demasiado vivo y se tornaría demasiado peligroso.
Y San Martín era mucho mas, de lo que nos enseñaron, él difundía tantas veces como podía que la educación era el arma principal de la Independencia.
En esa época donde América era regida por la Monarquía española, los poquísimos maestros que había tenían que considerar y obligar a los también poquísimos alumnos a ser solo elementos pasivos y receptivos, donde solamente se le debía comunicar e imponer lo más elemental en forma mecánica.
Y aquí viene lo que nunca nos dijeron, San Martín se encuentra con una América con países analfabetos, donde era necesario una tarea de alfabetización general, sencilla pero de urgencia, agregándole ciertas nociones básicas. El problema se agravaba por el escaso número de maestros. Comprendió que tan esenciales como la libertad, lo eran la instrucción y educación de los americanos.
San Martín había sido preparado específicamente en la carrera militar. El fue un maestro autodidacta y pedagogo vocacional, un educador primero de sí mismo, tarea infinitamente más difícil que educar a los demás. Por eso se educó a sí mismo para poder educar a su hija, para educar a los americanos, a su Patria, en una tarea sin pausa.
Como su tarea era la de formar, enseñar y dirigir, todo cupo en ella en escala pocas veces vista, desde lo militar a lo gubernativo y aun lo paternal. Siempre ese innegable principio educador, de guiar mentes y sensibilidad para una empresa primordialmente civilizadora. Hacer, sugerir, educar con el ejemplo, hasta en el manejo de los fondos públicos en los que logró esa hazaña de conseguir tanto con tan poco.
San Martín soñó con ciudadanos de almas elevadas, con gobiernos que hicieran felices a los pueblos. Recuerdo que mi Profesor de Historia en una de sus clases magistrales, nos dijo que San Martín una vez se preguntó qué era independencia, y se respondió "que era la conciencia ilustrada de los hombres libres".
Por eso hoy mas que nunca le hago este tributo “Al mas grande entre los grandes padre del alma Don José de San Martín”.
Como dice Nebia, si la historia la escriben los que ganan eso quiere decir que hay otra historia ¿No Domingo Faustino Sarmiento?
Por que él enseño y llevo a cabo en primera persona lo que enseñaba, el renunciar a los egoísmos mezquinos entre hermanos, la humildad como modo de vida y el silencio prudente como conducta ante las distintas agresiones, vejámenes y desprecios, que aun él mismo sufrió de sus propios compatriotas.
Y los valores humanos y morales fueron los que rigieron todos sus actos.
¡¡¡Y así fue!!! la renunciación parece el lujo supremo de este espíritu selecto, siempre tan rico y desinteresado en el dar como parco en el pedir. Su existencia se ciñó siempre a la sencillez más absoluta y austera.
Don José de San Martín, vivió para la patria y no vivió de la patria.
Y termino está entrada con las Máximas a su Hija Merceditas y con esta frase que le escribió San Martín a Manuel Belgrano en una de las tantas cartas que se escribían.

"No esperemos recompensa de nuestra fatiga y desvelos, y sí solo enemigos. Cuando no existamos, nos harán justicia”

Máximas redactadas por el general San Martín para su hija

."1º.- Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que nos perjudican.
"2º.- Inspirarla amor a la verdad y odio a la mentira.
"3º.- Inspirarla gran Confianza y Amistad pero uniendo el respeto.
"4º.- Estimular en Mercedes la Caridad con los Pobres.
"5º.- Respeto sobre la propiedad ajena.
"6º.- Acostumbrarla a guardar un Secreto.
"7º.- Inspirarla sentimientos de indulgencia hacia todas las Religiones.
"8º.- Dulzura con los Criados, Pobres y Viejos.
"9º.- Que hable poco y lo preciso.
"l0º.- Acostumbrarla a estar formal en la Mesa.
"11º.- Amor al Aseo y desprecio al Lujo.
"12º- Inspirarla amor por la Patria y por la Libertad."

Bueno me despido, hasta mi próxima entrada, que será hoy porque aún me han quedado tinta en el tintero, para los desmemoriados de nuestro País.

Hasta luego

Iris